Los animales existen en el mundo por sus propias razones. No fueron hechos para los humanos, del mismo modo que los negros no fueron hechos para los blancos ni la mujer para el varón...

Alice Walker ♥

domingo, 31 de julio de 2011

Lo que quieras

Si el invierno te es muy largo, yo puedo acortarlo
Si te gusta los planetas yo te los llevo a tu puerta.

Y si quieres ver a dios tengo su foto en un cajón
Si te molesta tu padre, mejor dile que se prepare.

Y si quieres suicidarte yo podria dispararte .
y tambien acompañarte al infierno, a cualquier parte

Y si no quieres nada auaaaaaaaaaaaaaaa
Auaaaaaaaaaaa

Y si quieres matar a todos aprende hacer bombas nucleares
Si quieres ganarte el cielo yo me arreglo con san pedro
Si quieres un mundo nuevo yo ya te lo tengo hecho
O si has caido alas pues revisa de inmediato tu espalda

Lo que quieras, lo que quieras

Dënver ♥

lunes, 18 de julio de 2011

-.El peor error de tu vida, es el que NO COMETES.-


Creo que no es bueno vivir de los recuerdos. Quizá recordarlos está bien, pero vivir de estos no, no te dejan avanzar. Reconozco que en algún minuto, fui invadido por los recuerdos, y me cegaron en todo aspecto, ahora que creo no estar invadido por estos me es más fácil analizar todo esto.
Lo más lindo es tener recuerdos, ir caminando y de la nada recordar que ahí estuviste caminando con alguien, que ese helado significaba algo para el otro, que el chocolate con menta es el favorito de ella, que mirar a los ojos era lo más representativo de él, que reirnos de tonteras era común entre nosotros, que no te guste que te abrezen es común en ti. Confieso que soy un amante de recordar cosas, fechar, objetos, caras y situaciones, quizá por eso me duele cuando pasa alguna pelea, o distanciamiento con alguien. No me podría distanciar tanto de ti por ejemplo, si te vas no sé qué sería de mí, eres una de las pocas personas que me entiende, que inventamos cosas estúpidas, y esas cosas...
Tengo tantos miedos, y uno de ellos, el cual lo reconocí hace poco, es el miedo a la soledad o quizá a no tener afecto de una persona, sí quizás sea por eso que soy inestable ...

Una vez leí en algún lugar, algo de que para sentir algo dulce, primero tienes que probar algo amargo, para sentir el amor, debes odiar primero, para querer a alguien debes QUERERTE ANTES...
Debería dejarlo en blanco

sábado, 16 de julio de 2011

Miradas en el vagón...

Tenía que llegar temprano, así que decidí irme en el metro... Al llegar al tren pude ver lo vacío que estaba, me pareció raro. En fin, me senté en el piso y sólo me quedaba esperar llegar a mi destino, y en esa larga espera preferí matarla leyendo un libro.
Pasaron algunas estaciones y yo seguía inmerso en la trama del libro, pero pasó algo que me llamó la atención, ni siquiera sé qué fue pero me llamó la atención, así que levanté la mirada y busqué ese algo... Lo primero que vi fue a unos oficinistas conversando acerca de su trabajo, del estress que están sometidos, luego vi una chica, se veía bastante tímida e introvertida, hasta que finalmente llegué al chico que estaba frente a mí, observándome, escrutando cada centímetro de mí, quizá sólo veía el libro pero yo no lo sentía así.
Al principio, traté de ignorarlo pero cuando nuestras miradas se topaban todo se ponía en cámara lenta, era como si nosotros solamente existiésemos en el mundo. Claro que toda esa burbujita de cristal se destruía instantáneamente por nuestra sobreactuación de movimientos que cada uno trató de hacer, para hacer creer como si nada pasara. Sé que fue absurdo todo eso, intercambiar miradas, verle el alma a otra persona y todo ese espectáculo, pero fue algo que se me tan espontáneo que no se podía impedir nada.
Sólo quería llegar a mi destino lo antes posible, en realidad una parte de mí quería llegar la otra solamente quedarse y observarlo y hasta quizá hablarle.
Llegó el momento de llagar hasta un intermodal, en donde la mayoría de las personas se bajaron. Mis dos seres interiores, ya mencionados, claramente una quería que se apeara del tren y la otra que sólo se quedara. Y creánme que la segunda opción fue la que de verdad ocurrió, no podía creerlo, estabamos ahora casi solos, si no fuera por esa anciana que estaba mirando el paisaje y unos cuantos señores que iban hacia su trabajo o quizá a algún que otro lugar a tramitar algo pero eso ahora no me importaba, sólo me importaba hablarle y quizá conocerlo, así que cuando se cerraron las puertas me armé de valor y fui hacia él. Él mirándome, espectante ante mis movimientos empezó a intentar sacar algo de su bolso que traía pero no le resultó.
-Disculpa, sabes dónde queda la Biblioteca de Santiago?- Sabía la respuesta, pero fue lo primero que se me vino a la mente. Estaba invadido ante un negativa de éste, pero la esperanza es lo último que se pierde, además qué me iba a decir, si me decía que no era porque en realidad nada pasaba y solamente eran paranoias mías...
-Es en la próxima estación. Si quieres puedo llevarte, queda cerca de mi casa y no cuesta nada-
La alegría en ese momento fue tan inmensa que no existe comparación alguna para tal emoción.
Llegó la estación y nos bajamos; me preguntó por qué iba a la biblioteca, la verdad es que le inventé que iría a buscar una novela, pero no fue así. Me dijo que a él le gustaba leer, y que el libro que leía era bastante bueno, y es así como nuestra conversación se prolongó pero se sintió tan corta que ni siquiera vi la biblioteca, estaba tan perdido en su mirada, en su voz, en su cabello despeinado, en su incombinable tenida, en toda su escencia.
-Aquí es. A ver, pediré un libro también- La verdad, es que no sé si pedía el libro para estar conmigo y seguir la interesante conversación o porque de verdad lo quería leer. Fuimos hacia la sección de literatura nacional. Él pidió "juana Lucero" dijo que era bueno y bastante cruda la trama, por mi parte pedí "La chica del crillón" innumerables veces me han dicho que es un libro bastante bueno, pero eso no me importaba sólo quería hablar. Hablamos tantas cosas que no me di cuenta que mi verdadero compromiso ya había pasado, le expliqué que me tenía que ir y lo comprendió, me acompañó hasta el metro y me fui.
Ha pasado ya una semana, es raro; siempre estoy a la misma hora de aquel día sólo para topármelo, sólo para volver a sentir ese nerviosismo, esa fatiga que sentía cuando nuestras miradas se cruzaban y trataban de unirse pero nunca lo confirmaron... Seguiré llendo en el mismo metro, a la misma hora en busqueda de aquel joven, que me cautivó sólo con su mirada...

sábado, 9 de julio de 2011

La luz es como el agua.-

En Navidad los niños volvieron a pedir un bote de remos.

-De acuerdo -dijo el papá, lo compraremos cuando volvamos a Cartagena.

Totó, de nueve años, y Joel, de siete, estaban más decididos de lo que sus padres creían.

-No -dijeron a coro-. Nos hace falta ahora y aquí.

-Para empezar -dijo la madre-, aquí no hay más aguas navegables que la que sale de la ducha.

Tanto ella como el esposo tenían razón. En la casa de Cartagena de Indias había un patio con un muelle sobre la bahía, y un refugio para dos yates grandes. En cambio aquí en Madrid vivían apretados en el piso quinto del número 47 del Paseo de la Castellana. Pero al final ni él ni ella pudieron negarse, porque les habían prometido un bote de remos con su sextante y su brújula si se ganaban el laurel del tercer año de primaria, y se lo habían ganado. Así que el papá compró todo sin decirle nada a su esposa, que era la más reacia a pagar deudas de juego. Era un precioso bote de aluminio con un hilo dorado en la línea de flotación.

-El bote está en el garaje -reveló el papá en el almuerzo-. El problema es que no hay cómo subirlo ni por el ascensor ni por la escalera, y en el garaje no hay más espacio disponible.

Sin embargo, la tarde del sábado siguiente los niños invitaron a sus condiscípulos para subir el bote por las escaleras, y lograron llevarlo hasta el cuarto de servicio.

-Felicitaciones -les dijo el papá ¿ahora qué?

-Ahora nada -dijeron los niños-. Lo único que queríamos era tener el bote en el cuarto, y ya está.

La noche del miércoles, como todos los miércoles, los padres se fueron al cine. Los niños, dueños y señores de la casa, cerraron puertas y ventanas, y rompieron la bombilla encendida de una lámpara de la sala. Un chorro de luz dorada y fresca como el agua empezó a salir de la bombilla rota, y lo dejaron correr hasta que el nivel llego a cuatro palmos. Entonces cortaron la corriente, sacaron el bote, y navegaron a placer por entre las islas de la casa.

Esta aventura fabulosa fue el resultado de una ligereza mía cuando participaba en un seminario sobre la poesía de los utensilios domésticos. Totó me preguntó cómo era que la luz se encendía con sólo apretar un botón, y yo no tuve el valor de pensarlo dos veces.

-La luz es como el agua -le contesté: uno abre el grifo, y sale.

De modo que siguieron navegando los miércoles en la noche, aprendiendo el manejo del sextante y la brújula, hasta que los padres regresaban del cine y los encontraban dormidos como ángeles de tierra firme. Meses después, ansiosos de ir más lejos, pidieron un equipo de pesca submarina. Con todo: máscaras, aletas, tanques y escopetas de aire comprimido.

-Está mal que tengan en el cuarto de servicio un bote de remos que no les sirve para nada -dijo el padre-. Pero está peor que quieran tener además equipos de buceo.

-¿Y si nos ganamos la gardenia de oro del primer semestre? -dijo Joel.

-No -dijo la madre, asustada-. Ya no más.

El padre le reprochó su intransigencia.

-Es que estos niños no se ganan ni un clavo por cumplir con su deber -dijo ella-, pero por un capricho son capaces de ganarse hasta la silla del maestro.

Los padres no dijeron al fin ni que sí ni que no. Pero Totó y Joel, que habían sido los últimos en los dos años anteriores, se ganaron en julio las dos gardenias de oro y el reconocimiento público del rector. Esa misma tarde, sin que hubieran vuelto a pedirlos, encontraron en el dormitorio los equipos de buzos en su empaque original. De modo que el miércoles siguiente, mientras los padres veían El último tango en París, llenaron el apartamento hasta la altura de dos brazas, bucearon como tiburones mansos por debajo de los muebles y las camas, y rescataron del fondo de la luz las cosas que durante años se habían perdido en la oscuridad.

En la premiación final los hermanos fueron aclamados como ejemplo para la escuela, y les dieron diplomas de excelencia. Esta vez no tuvieron que pedir nada, porque los padres les preguntaron qué querían. Ellos fueron tan razonables, que sólo quisieron una fiesta en casa para agasajar a los compañeros de curso.

El papá, a solas con su mujer, estaba radiante.

-Es una prueba de madurez -dijo.

-Dios te oiga -dijo la madre.

El miércoles siguiente, mientras los padres veían La Batalla de Argel , la gente que pasó por la Castellana vio una cascada de luz que caía de un viejo edificio escondido entre los árboles. Salía por los balcones, se derramaba a raudales por la fachada, y se encauzó por la gran avenida en un torrente dorado que iluminó la ciudad hasta el Guadarrama.

Llamados de urgencia, los bomberos forzaron la puerta del quinto piso, y encontraron la casa rebosada de luz hasta el techo. El sofá y los sillones forrados en piel de leopardo flotaban en la sala a distintos niveles, entre las botellas del bar y el piano de cola y su mantón de Manila que aleteaba a media agua como una mantarraya de oro. Los utensilios domésticos, en la plenitud de su poesía, volaban con sus propias alas por el cielo de la cocina. Los instrumentos de la banda de guerra, que los niños usaban para bailar, flotaban al garete entre los peces de colores liberados de la pecera de mamá, que eran los únicos que flotaban vivos y felices en la vasta ciénaga iluminada. En el cuarto de baño flotaban los cepillos de dientes de todos, los preservativos de papá, los pomos de cremas y la dentadura de repuesto de mamá, y el televisor de la alcoba principal flotaba de costado, todavía encendido en el último episodio de la película de media noche prohibida para niños.

Al final del corredor, flotando entre dos aguas, Totó estaba sentado en la popa del bote, aferrado a los remos y con la máscara puesta, buscando el faro del puerto hasta donde le alcanzó el aire de los tanques, y Joel flotaba en la proa buscando todavía la altura de la estrella polar con el sextante, y flotaban por toda la casa sus treinta y siete compañeros de clase, eternizados en el instante de hacer pipí en la maceta de geranios, de cantar el himno de la escuela con la letra cambiada por versos de burla contra el rector, de beberse a escondidas un vaso de brandy de la botella de papá. Pues habían abierto tantas luces al mismo tiempo que la casa se había rebosado, y todo el cuarto año elemental de la escuela de San Julián el Hospitalario se había ahogado en el piso quinto del número 47 del Paseo de la Castellana. En Madrid de España, una ciudad remota de veranos ardientes y vientos helados, sin mar ni río, y cuyos aborígenes de tierra firme nunca fueron maestros en la ciencia de navegar en la luz.

Leí este cuento, y me gustó mucho, es como tan lo imposible se puede hacer posible (?). Me gusta el mensaje que trata de entregar, me gusta el modo en que dejan a los niños. No quiero ser adulto aún, aunque debo serlo, pero ser niño es tan no sé, tengo el síndrome de peter pan (?). Soy tan niño para mis cosas, como que siempre juego, siempre lloro, siempre río, siempre siempre c: .

Pero igual quiero ser pronto adulto, quiero ser independiente y no depender de las personas, me acuerdo cuando mi mamá me vio llorando y me abrazó y lloramos juntos y le conté unas cosas y casi le cuento sobre lo que de verdad me pasaba, pero creo que no es el momento; ella me decía que siempre nos vamos a sentir solos, que es porque lo que nos define como adultos es que nos damos cuenta que nada es para siempre, que todo terminará y que siempre estarás solo. Algo pesimista pero es la realidad. Le tengo tanto miedo a la soledad, a estar solo, no podría o por lo menos ahora no. Siento que cuando era más chico era más fuerte, como que ahora soy más expresivo, por último antes me guardaba todo,nadie se daba cuenta pero todo era normal y feliz. Ahora trato de contarle todo a mis amigos y me siento tan feliz de que me aguanten, de que siempre estén conmigo, de que si los necesito vengan de inmediato. Los adoro, después de todo, los amigos quedan y es verdad.

Me gusta tener problema, suena algo masoquista cierto?, pues bien siento que el ser humano necesita tener problemas porque sino sería fome po xd. No me gusta mucho hablar en el registro del culto formal, siento que no llego a todas las personas; siempre trato de aprender lo más posible y creo que lo termino haciendo.

Ya la entrada está lo suficientemente larga, y para los que no les guste leer tediosa, así que más tarde escribo. La verdad es que no me gusta decir adiós, porque siempre tengo la esperanza de que los volveré a ver c:, me quedo con un "hasta luego".

Todos tenemos momentos, momentos y momentos. Hay que ver si los aprovechas o no.
Hay personas que aprovechan los momentos pero mientras transcurren, se dan cuenta que no valió nada y no lo valoran, pero cuando el momento se les acaba se dan cuenta que de verdad lo debieron de haber valorado.

Recuerdo que una vez leía algo de Paulo Cohelo que era "Estar abierto al amor" y hablaba que el amor era el único sentimiento que te hacía sufrir pero que a la vez te hace feliz y creo que es verdad. El amor es un sentimiento que te hace madurar de vastas maneras, desde a cómo demostrarlo hasta cómo decirlo. Encuentro que el amor es lo más bello que puede experimentar el ser humano. Pero hay veces en que el éste cree que ha sufrido mucho y, además de victimizarse y cerrarse ante sus pares, se cierra al amor y eso es lo que nunca se debe hacer, en el cuento lo ejemplifican con una flor que siempre esperaba a las abejas y sólo en el día se abría. Una noche la Luna le pregunta:
-No te aburres de esperar?- y la flor respondió
-No, tengo que seguir abierta-
-Pero por qué?-
-porque si me cierro y no me abro, y dejo de esperar a las abejas, moriré-
y creo que eso le pasa al ser humano, nunca puede dejar de sentir, dar y recibir amor c:
bueno terminé con todo esto, mañana seguiré escribiendo. Alguien me dijo que para distraerme podría escribir... Le haré caso.

miércoles, 6 de julio de 2011

Creo que el karma me está jugando una mala pasada xdddd.
Sólo queda esperar. Sé que terminará mal todo igual que siempre pero no importa, es lo de menos, o al menos eso creo xd.
No quiero estar emo, no quiero estar mal, no quiero algo. Quiero nada. Quiero respirar y relajarme. Ya no diré nada respecto a lo anterior xd, como vieron en la última entrada di pena. Sí y mucha. Bueno si terminamos por algo será. Hay que seguir adelante, no se me acabará el mundo porque alguien me dice "es que ya no me gustas", aún quedan peces en el mar (?) aunque estén en peligro de extinción pero hay? xdddd. No importa.

Siempre que tengo problemas o ando deprimido, me sumerjo en un mundo de fantasías, donde todo es posible y está regido por el autor. Sí señores, recurro a la literatura, me encanta ese subjetivismo que hay. Me conseguí confesiones de una máscara y soy feliz me voy a distraer un rato <3 .

lunes, 4 de julio de 2011

De hace tiempo que no escribo por aquí y de verdad que lo necesito. No creo que ahora se meta así que lo haré lo más directamente posible...
Te amo :c, aunque sé que tú no, sé que ya soy un arrastrado de mierda, sé que por mi culpa pasaron miles de cosas, sé que te importo y esas cosas. Me dolió mucho verte de la mano con otra persona... Sí sufro por vo' y qué ... Dije que estuvieras tranquilo que en un tiempo más sería todo normal, pero es que no lo resisto, eres lo más importante que TENÍA. De verdad que haría lo que fuera por tenerte a mi lado .-. (te das cuenta que doy pena xd?). Extraño ese cabello de niño, extraño acurrucar tus manos junto a las mías, extraño que me digas "Pero pato :c", extraño que me abraces sin consultarme, extraño que te enojes porque no te dedico tiempo, TE EXTRAÑO :c...
Me han dicho que soy ahueona'o por estar así por ti, pero me da lo mismo, sólo quiero ser feliz junto a ti. También creo ser ahueona'o por no valorarte, por no amarte, por no demostrarte lo que de verdad siento y sentiré :c. sólo me queda decir TE AMO, creo que no leerás esto y si lo lees ni siquiera te importará, sólo te digo y te diré que te seguiré amando c:

Igual tengo rabia por miles de cosas, no debería estar así, yo no soy así. Tú me pones así. Pero me extraña que me hayas pateado de un día para otro y que unas horas antes me jurabas amor :c, eso es lo que más me dolió porque de verdad que lo creí. Creo que sólo queda decir te amo, y aunque sé que ya no soy nada en tu vida, será po.

No sé qué onda este mes, como que han sido como las weas conmigo :c o sea tan mal karma tengo? D: bueno dejaré de ser tan maricón :c y a'er si es que me irá bien en la vida .